domingo, 16 de noviembre de 2014

2013: DE RETOS Y SOLEDADES

Ya nos vamos acercando a mi época actual, estamos hablando del año 2013. Se me comunicó que en Febrero volveríamos a hacer La del Manojo de Rosas pero esta vez en un teatro, el Teatro Quintero, y que también en Semana Santa haríamos parte del Réquiem en Lebrija, todo un comienzo fuerte, teniendo en cuenta que tendríamos más trabajo en verano.

Además, en los últimos días de Diciembre de 2012, recibí la llamada de un antiguo miembro del primer coro en el que estuve en 1997, de los que se había quedado en el coro y no se había ido con nosotros, me comentó que necesitaban un tenor para una camerata que tenían montada, afortunadamente, dije que sí, y ese mismo año pude cantar en cuaresma en Huelva, unas comuniones que me reportaron pingües beneficios y una boda a finales de año, pero sobre todo, me encontré con un grupo de personas maravillosas a las que les tengo muchísimo cariño.

He de reconocer que tuve problemas para ensayar para el concierto de Febrero, pero es que tenía cosas que hacer en Huelva, al menos llevaba todo mi papel perfectamente aprendido, y no dejaba nada a la improvisación, sólo necesité el ensayo general para ver tamaños en aquel escenario.

Tardé mucho en cobrar aquel concierto, y no porque el director no quisiera pagármelo, si no porque hubo ciertos retrasos por parte de la gestión del teatro. He de reconocer que siempre me llamaba Vicente a mí, y nunca jamás le dije "¿Cuándo voy a cobrar?", teniendo en cuenta mi experiencia de años anteriores, sabía que cobraría cuando se pudiera, no antes. Eso de no llamar preguntado por el dinero, es algo que valoró mucho Vicente. Otras personas le agobiaban continuamente preguntándoles por el dinero, yo era consciente de la situación, y tener cierta paciencia siempre ayuda.

En Semana Santa nos fuimos a Lebrija, donde cantamos parte del Réquiem, la misa de Coronación y dos compañeras cantaron piezas del Stabat Mater de Pergolesi. Un palmatorio de obra.

Desde aquel concierto sé cómo se siente Stevie Wonder cuando canta. El concierto fue durante el Santo Entierro, y no sólo no aplaudió nadie (lógico), si no que además estábamos completamente a oscuras. La única luz de la que disponía la tapaba el director, así que tuve que cantar a ciegas y un poco por instinto. Afortunadamente, cuando me aprendo algo, lo hago de tal manera que no tenga ni que mirar la partitura, y eso ayudó.

Para el verano habíamos estado pensando qué zarzuela representar. La del Manojo de Rosas había resultado ser una obra demasiado titánica y necesitábamos algo más suave, así que nos decidimos por "La Dolorosa".

De nuevo me tocó hacer el papel de tenor cómico, pero no me importaba, era un papel muy agradecido y muy divertido, he de reconocer que me gusta más el de Perico que el de Rafael, que es el tenor principal.

Sin embargo, diferentes eventualidades nos llevaron a tener que hacer la obra de nuevo en versión concierto, no había problema, la zarzuela se podía hacer perfectamente así.

La noche antes del concierto, después de dos meses de conciertos que me habían reportado unos pingües beneficios (al menos podía cubrir la gasolina de los viajes y unos eurillos para tomarme algo), me llamó Vicente y me comentó que el tenor principal había tenido un accidente de moto volviendo del ensayo. Él mismo me preguntaba que qué hacíamos, que si suspendíamos el concierto. En un alarde de valentía me ofrecí a cantarlo todo, ya que en la versión concierto no tenía que doblar personaje en la misma escena. A la mañana siguiente quedamos para ver si podría, y pude, así que esa misma noche tuve que cantar La Dolorosa como Rafael, Perico, Coro y Tenor de Jota. Me pasé todo el concierto de pie cantando, pero mis compañeros y el público me felicitaron por mi valentía y por echarme el concierto a las espaldas. Terminé físicamente agotado, pero satisfecho de mi trabajo:

http://youtu.be/zprH6Uf1lZA



Pero ahí no terminó la cosa, el otro tenor que cantaba los solos de Carmina Burana también tuvo que ausentarse, parecía que los tenores iban desapareciendo. Cuando me quise dar cuenta, era el único tenor para todo. Juro que yo no hacía nada, guardo muy buena amistad con el tenor del Carmina y le echo de menos muchísimo en esos conciertos, pero el caso es que me quedé solo.

¿Qué ocurrió? Pues lo que tenía que ocurrir, tuve que cantar los solos del Carmina Burana además de los coros, todo un reto que, afortunadamente, salió a la perfección.

https://www.youtube.com/edit?o=U&video_id=PVCE_rYD11w

Por suerte o por desgracia, me salió la oportunidad de montar un negocio en la localidad donde vivía, y tuve la impresión de que tendría que abandonar la música, un negocio me absorbería todo mi tiempo, dejé mi despedida de la agrupación sevillana en el aire, pero confirmé, no sé porqué, mi despedida con la camerata de Huelva.

Ya he dicho que por suerte o por desgracia, y más bien fue por desgracia. Una serie de acontecimientos me llevaron a cerrar el negocio tan solo dos meses después de abrirlo, mi puesto en la camerata ya había sido cubierto y no podía volver, era lógico, aunque ofrecí mis servicios para cuando hicieran falta, por otro lado, a Vicente le dio alegría el poder contar conmigo para el próximo año.

Terminaba 2013, un año de locura y que había terminado peor que empezó, en paro, igual que antes, pero con una deuda de 4000 euros por el préstamo del negocio.

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